Información sobre algunas de las casi 2,000 especies de escorpiones distribuidas por el mundo, todas ellas capaces de producir veneno, pero no todas capaces de amenazar la vida de un ser humano.
Información básica sobre los escorpiones y las principales etapas que conforman su ciclo de vida: anatomía, hábitat, distribución, métodos de captura, reproducción, depredadores y evolución.
Aspectos positivos y negativos en la relación entre seres humanos y escorpiones, así como las representaciones que estos han tenido dentro de nuestra cultura a raíz de la percepción que tenemos hacia ellos.
Introducción a los Escorpiones
Los escorpiones son seres pertenecientes a la clase de los arácnidos, a la subclase Dromopoda y al orden Scorpiones. En el mundo están contempladas entre 1,700 y 2,000 especies de escorpiones organizados en 13 familias taxonómicas.
Si bien contamos con un gran número de ellos, solo un mínimo porcentaje (aprox. 35) resultan ser fatales para el ser humano, especialmente para aquellos que padecen alguna enfermedad o bien, se encuentran en la etapa infantil o de la vejez.
Existe una confusión en cuanto al nombre oficial asignado a estas especies. Esto se da entre los escorpiones y los alacranes. En varias regiones de Latinoamérica son conocidos más como alacranes, proviniendo del árabe al-ágrab y en otras latitudes se conocen mayormente como escorpiones, del latín scorpio, omis, pero ambas denominaciones son acertadas y se refieren al mismo animal.
Según revelaciones científicas, estas fascinantes criaturas existen en la Tierra desde hace más de 400 millones de años pero su historia evolutiva mantiene muchas incógnitas que hasta hoy en día no han sido esclarecidas. Su pasado ancestral es un misterio, pero se cree que provienen de animales acuáticos poco a poco adaptados a la vida terrestre.
Estos arácnidos, que son mal llamados insectos, se caracterizan principalmente por poseer dos grandes y fuertes pedipalpos en forma de tenazas y una larga y estructurada cola con una uña o aguijón con el que inyectan su veneno. Además de eso cuentan con ocho patas, quelíceros, exoesqueletos y pelos sensoriales que los equipan adecuadamente para sobrevivir en su medio natural hostil.
Los tamaños, colores y formas en la anatomía de un escorpión son muy diversas y no podrían generalizarse. Son encontrados en tonos rojos, amarillos o negros, y en tamaños tan distintos que van desde menos de 1.5 cm hasta 20 cm.
Realmente el tamaño y el color no nos dicen mucho en cuanto a su peligrosidad y al nivel de toxicidad en el veneno que producen. Algunos creen que las especies más grandes y de color negro son las más mortales, pero increíblemente las pequeñas de color rojo o amarillo son las que suelen causar los mayores problemas de salud en los humanos. Hottentotta tamulus, Centruroides sculpturatus o Leiurus quinquestriatus, son ejemplos de alacranes que debemos evitar manipular.
Pueden adaptarse a una gran diversidad de hábitats que van desde las selvas tropicales hasta terrenos áridos de lugares como Norteamérica, África y Asia, especialmente en India y Medio Oriente. Les gusta mantenerse dentro de guaridas, cuevas, árboles y cualquier lugar que les brinde oscuridad y protección; son seres que prefieren pasar desapercibidos en lugar de llamar la atención, pues así evitan a los depredadores y además tienen mayor éxito en su alimentación.
Los escorpiones no van en busca de sus presas ni las persiguen durante varios minutos a toda velocidad; lo que ellas hacen es esperar. Con ayuda de sus pelos sensoriales localizados en las patas, pueden percibir vibraciones de pequeños animales que forman parte de su dieta, y es ahí cuando se apresuran a ocultarse o camuflarse en espera de que la víctima se aproxime lo suficiente para poder atacar.
Comen desde insectos hasta pequeños ratones, e incluso otros escorpiones. El canibalismo es frecuente entre ellos y se conoce como una forma de depredación. Otros animales que se unen a la lista de consumidores de alacranes son los cálaos, tarántulas o musarañas, por mencionar algunos. Para ellos el veneno del alacrán no representa mucho problema. Movimientos rápidos y concisos son suficientes para acabar con su vida.
Su veneno puede ser tan peligroso como para enviar al hospital a una persona, pero con él también pueden salvarse vidas humanas. Las pruebas científicas han revelado mejoras en la salud de pacientes con ciertos tipos de cáncer y también se han comprobado beneficios como parte de tratamientos para enfermedades del corazón. Dicen que toda cura se encuentra en la misma naturaleza. ¿Cuánto nos faltará por descubrir?
Dejemos atrás la mala reputación contra los escorpiones. Imaginemos que un día la ciencia asegure 100 % que el veneno creado por estos arácnidos tiene la cura definitiva para todos los tipos de cáncer o para otras enfermedades hasta hoy incurables, y nos demos cuenta que hemos acabado con millones de estos seres simplemente por ser considerados malignos, peligrosos y repugnantes. Sin ánimo de anticipar tragedias, esto podría suceder y es ahí cuando comenzaremos, demasiado tarde, a comprender su valor.
Los escorpiones son animales incomprendidos que sufren depredación humana sin control. Son vendidos en mercados como mascotas a cualquier persona, sin realizar ninguna valoración para determinar si el nuevo dueño ofrecerá apropiadas condiciones para su cuidado y subsistencia. Su hábitat es destruido, son cazados como alimento y cocinados vivos. ¿Esto es justo para ellos por el simple hecho de ser venenosos y poco atractivos para nuestra vista? Los humanos no poseemos veneno, garras o colmillos, pero sin duda somos los depredadores más peligrosos que cualquier otra criatura en el mundo.
Datos sobre los Escorpiones
- Todos son venenosos, pero solo de 30 a 40 de ellos pueden acabar con la vida de un ser humano.
- La beta-carbolina es el componente principal que permite su fluorescencia.
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